Laia y Elías huyen por los túneles de Sierra después de sobrevivir a Risco Negro y van en camino a Kauf para salvar a Darrin, perseguidos por  un ejército de Máscaras dirigido por la Comandante Veturius y por la Verdugo De Sangre, Helene, bajo las órdenes del recién coronado emperador Marcus… ¿Confundido?

Quizá, o tal vez no, pues leíste el primer libro de la saga “Una Llama entre Cenizas” y estás acostumbrado a la complejidad del mundo creado por Sabaa Tahir. La saga cuenta la historia de Laia, una joven aparentemente común y corriente tratando de salvar a su hermano Darrin de la cárcel, haciéndose pasar como esclava del Imperio. Laia conocerá a Elías, el más talentoso de los soldados imperiales, cuyo único deseo es escapar de su destino como “Máscara” y huir de Sierra.

En esta segunda parte, la autora retoma la historia minutos después del final de “Una Llama entre Cenizas” con un ritmo frenético, no solo en la historia que nos cuenta sino también en su forma: La narración del libro se alterna desde el punto de vista de tres personajes, cambiando cada capítulo. Esto resulta un poco cansado al principio ya que Laia y Elías están juntos y los cambios entre personajes se sienten redundantes e incluso innecesarios. Pero al llegar a los capítulos de Helene, amiga de Elías que los ayudó a escapar y que ahora es torturada por el Imperio y obligada a buscar a Elías para asesinarlo, es cuando el libro retoma su fuerza, ya que ella es el personaje cuyo arco argumental es el más inquietante e interesante y es precisamente a quien el título del libro se refiere como la antorcha entre las sombras.  Este estilo narrativo crea una dinámica interesante para el lector, pues nos da la oportunidad de saber que ocurre no solo en la mente de nuestros héroes sino también en la de los antagonistas.

El libro se divide en cuatro partes y cuenta el viaje de los personajes principales hacía la prisión de Kauf, o al menos en apariencia, ya que el segundo acto nos presenta un giro argumental que dejará al lector exhausto emocionalmente pero también ansioso por terminar.

Cabe mencionar que uno de los puntos débiles de esta historia es su ritmo, en momentos el personaje al mando de la narración se torna reflexivo y aunque esto aporta a la construcción de su personaje, se siente como arrastra el resto de la historia por algunos capítulos.

Sin embargo, el Imperio de Sierra y sus alrededores, fuertemente influenciado por la cultura de la Antigua Roma, es rico en personajes, tribus, mitos y monstruos, los cuales crean un mundo que se siente completo e inexplorado y que da pie a que se presenten giros y sorpresas en el camino sin que estos se sientan forzados.

El mundo creado por Tahir es sombrío y sucio, pues refleja un mundo devastado por la guerra y la codicia, la autora no duda en hacer énfasis en lo violento e impactante del mundo que rodea la historia de Laia, sin embargo también pone en él la cantidad justa de esperanza para que no se sienta que todo está perdido.

“Una Antorcha En Las Tinieblas” es  el segundo acto de una historia aún más grande, por lo que no esperes un final feliz o satisfactorio. Lo que este libro promete es una historia llena de decisiones difíciles, giros inesperados y un desenlace que dejará al lector queriendo saber más.

Definitivamente recomendado para quienes son fanáticos del primer libro y para aquellos que buscan historias donde el autor crea un mundo completamente  en el cual se puede sumergir.

Si no has leído la primera parte y esta reseña te ha hecho querer el libro, recomiendo ampliamente iniciar con “Una Llama entre las Cenizas” para entender a plenitud esta historia.