¡Madre!

Darren Aronofsky

Empezaré por decir que el trabajo que ha hecho Aronofsky en sus películas pasadas, sin duda alguna, es una de mis favoritos. Me encanta demasiado el estilo de este director. El cómo te cuenta una historia sin que parezca aburrida y el como te tiene tan interesado en sus películas que te es imposible despegar un ojo de la pantalla. Aronofsky es caracterizado por contar las historias de una manera en las que no te dice todo; sino que te hace parte de la película haciendo que tu también pongas tu granito de arena y deduzcas que fue lo que pasó, en pocas palabras deja que tu imaginación se eleve al límite y trata de adentrarte en su juego, el cuál resulta confuso para muchas personas que no terminan de captar el mensaje que Aronofsky quiere dar a su público.

Me encantaría escribir una sinopsis de la película para que se «prepararán» al entrar a la sala de cine; sin embargo no lo creo necesario ya que resultaría inútil hacerlo; porque no vale de nada el escribir un montón de párrafos describiendo lo que verán; ya que lo importante no es lo que sucede en la película sino el cómo es interpretada por cada espectador que sea testigo de este «thriller psicológico». Este metraje ha sido criticada de muchas maneras en diferentes países; ya sea con ovaciones o abucheos; en lo personal yo me coloco en medio de estas dos posturas; ya que no lo considero su mejor trabajo, pero lo catalogaría como un film bastante interesante; tomando en cuenta lo que quiere exponer a través de la pantalla.

Lo que si me gustaría puntualizar es que el objetivo que Aronofsky quiso transmitir sin duda alguna fue logrado; así que de mi parte le daría mil aplausos de pie; ya que al presentar una película con este grado de complejidad y el dejar que el público «arme este rompecabezas» es definitivamente un gesto valiente:

«Las mejores películas son aquellas de las que sigues hablando después… Con esta película habrá muchas conversaciones, conversaciones acaloradas»

Al salir de la sala del cine no sabía por donde empezar a discutir lo que a mi parecer, fue una película demasiado confusa; en donde la vida de una pareja de casados, un escritor en pausa y una mujer dedicada 100% a las labores hogareñas, es perturbada por la visita de un desconocido que llegó «por casualidad» y quién empieza a disfrutar de las comodidades de su hogar sin un grano de pudor o respeto. Desde ese día la tranquilidad se desmorona poco a poco, ya que la verdad y la locura comienzan a fusionarse,  él consigue recuperar la inspiración, pero la joven quedará perturbada ante la horrorosa verdad en donde está envuelta y de la cuál no puede escapar.

Es innegable el coctél de emociones al que Aronofsky quiere llevar al espectador; siempre más lejos y al tocar temas cómo el éxito, el amor, el culto, la desigualdad, el extremismo, la idolatría, la fama, el egoísmo y hasta el canibalismo da la sensación de ser un primer tratamiento de guion, repleto de ideas y símbolos, pero que tendría que pulirse y ser más conciso. Así que no, esta casa no es solo una casa, es decididamente algo más grande y Aronofsky la llena con todo lo que debería darnos miedo de verdad: nosotros mismos, básicamente.

Hablando técnicamente, la fotografía es maravillosa, algo en lo que las películas de Darren siempre es digno de resaltar!