Para muchos Woody, Buzz, Sr. y Sra. Cara de papa, y una larga lista de juguetes representan la nostalgia que marcó nuestra infancia para los que crecimos entre 1995 y 2010 con Toy Story, la mejor franquicia de Disney – Pixar.
Han pasado 23 años desde que las aventuras del Vaquero Woody y el astronauta Buzz Lightyear se convirtieron en el primer éxito de Pixar Animation Studios y que su cuarta entrega no es para menos.
La última entrega de hace 9 años nos mostró como Andy convertido en adulto se despide de sus amigos, dejándolos con la niña Bonnie; Toy Story 4 retoma la historia donde se quedó: Woody se siente desplazado porque su nueva dueña prefiere jugar con Jessie y los otros juguetes que con él, y además ha creado un nuevo amigo en la guardería: Forky, un curioso tenedor de plástico que niega ser un juguete
Forky será creado con la imaginación de Bonnie, mientras Woody busca contentarla a pesar de ver que el ya no tiene el protagónico ante el grupo de juguetes, como sucedía cuando estaba Andy, pero eso no impide que cumpla su misión de hacer feliz a un niño, para lo que fue hecho.
También en esta cuarta entrega Woody, que no ha logrado superar a Andy, se cuestiona sobre el sentido de su existencia, y su responsabilidad de cuidar de su dueña y como líder de los juguetes de la habitación.
La nueva aventura comienza cuando los padres de la pequeña Bonnie deciden realizar un viaje corto, y en el camino, el nuevo juguete decide aventarse por la ventana del camper, preocupando a Woody, pues en él está que su niña sea feliz y decide ir a su rescate, en su camino se encuentra con nuevos amigos y logra reencontrarse con una Bo Peep con diferente personalidad a la que conocimos en las primeras películas y a los juguetes perdidos, quienes lo ayudan a rescatar a Forky, y a buscar su propia felicidad.
Se trata de una continuación entre la tercera y esta nueva entrega donde nuevamente Pixar lo ha logrado: ríes como niño y hasta puede hacerte llorar, por la nostalgia y los mensajes que aborda sobre la amistad, el abandono, el remplazo y como Woody deberá superar una serie de retos emocionales y un fuerte mensaje que nos dice que todos pertenecemos a un lugar y que no está mal dejar ir algunas cosas.
Este 2019 es de cierres de grandes sagas como Avengers y X-Men, y con Toy Story 4 Pixar rompe la costumbre, siendo la primer película en no incluir un cortometraje previo.
No supera a las entregas anteriores, pero la historia dirigida por Josh Cooley, una técnica de animación visualmente atractiva y una historia llena de nuevos nuevos personajes, momentos divertidos y emotivos que cumplen su objetivo, algunos escenarios parecen muy reales y los detalles de cada personaje fueron bien cuidados y es notable la evolución de los juguetes, con esto podemos respondernos la pregunta de si realmente necesitábamos otra entrega de Toy Story, y… ¡DEFINITIVAMENTE SÍ! aunque muchos esperaban un final diferente, es una despedida que vale mucho la pena ver, y que deja abierta la posibilidad de una nueva historia.
Sobre las voces:
Tom Hanks presta nuevamente su voz a Woody, y Keanu Reeves (John Wick) se une a la aventura como Duke Kaboom un personaje canadiense rudo pero de corazón sensible, mientras que al español Oliver Díaz (Dash en Los Increíbles 2) es Andy, por mencionar algunos.
¿Se llora o no?
Es conmovedora por lo que representa para la infancia de muchos de los que crecimos, el valor sentimental que tiene un juguete, y cuando nos damos cuenta que llega ese momento que al crecer ya no es tan divertido jalar la cuerda de un muñeco con caja de voz.
TRAILER
¿Cuál es tu juguete favorito de Toy Story y por qué? Opina mencionándonos en redes @Lo Mixto.
*P.
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