Siempre estamos en la búsqueda constante de una piel perfecta, mucho más ahora que las rutinas de skin care se han puesto en tendencia y podemos encontrar un sinfín de productos para atender nuestras necesidades – aunque a veces no sepamos cuales son exactamente -.
Como siempre, el éxito de toda rutina de cuidado de la piel radica en seguirla con dedicación y sin querer, a veces podemos autosabotearnos en la búsqueda del mejor resultado por cometer errores que, aunque no lo parezcan, nos afectan en lugar de beneficiarnos.
Todo comienza con definir qué tipo de piel tenemos… Existen productos que pueden funcionar perfectamente para pieles normales y ser una catástrofe para pieles secas. Mucha gente recorre sus rutinas diarias y semanales, aplicando productos que compraron años antes o bien, aplicando lo mismo durante todo el año sin tomar en cuenta el clima, la exposición solar, etc.
Esos son solo dos de los errores más comunes que cometemos en general, por lo que Ailin Hernández, cofundadora de ASH Natural Concept, trae para ti las 5 cosas que estás haciendo mal en tu rutina de skin care y no tenías ni idea…
Aplicas tus productos en el orden incorrecto
Una secuencia correcta para aplicar el cuidado de la piel es crucial si deseas obtener el máximo rendimiento de todos sus productos. Es importante empezar por aquellos que son más ligeros; es decir, shampoo facial, loción, tratamiento especializado para brotes, suero y protector solar; es decir, (líquidos, luego geles y luego cremas).
¿Por qué va primero el suero y después el protector solar?, esto se debe a que, si aplicas tu humectante después del FPS, disminuirás su eficacia.
Eliges productos con ingredientes comedogénicos (especialmente si tienes piel grasa)
Seguramente en tu mente repetiste “¿Comedoqué? “, pues bien, estos productos tienen la capacidad de obstruir los poros y si tienes piel grasa, déjame decirte que estás beneficiando la aparición de brotes sin querer. ¿Cómo saber de qué ingredientes alejarte?, busca en la etiqueta ácido láurico o manteca de cacao y huye… Lo mejor es optar por productos libres de aceites minerales y que en su formulación contengan activos naturales como extracto de menta, aceite del árbol del té, mentol, etc.
Exponer tus tus productos a cambios bruscos de temperatura
No importa cuánto le inviertas a tu rutina, si no le das un almacenamiento adecuado a tus productos, no obtendrás sus máximos beneficios. La recomendación más común es mantener tus productos alejados del sol y mantenerlos en un lugar fresco. Pero, si estos se calientan porque un día se te olvidó guardarlo en un día caluroso y recibió la luz del sol directamente, pueden perder sus propiedades y oxidarse, especialmente aquellos que tienen en sus activos cítricos como vitamina C, retinol, etc.
No darle a tu línea skin care el tiempo suficiente para dar resultados
Los productos de skin care no son mágicos, todo cambio lleva un proceso y este proceso requiere su propio tiempo y no solo hablamos de resultados en un periodo de tiempo; sino que, al aplicarlos, incluso debemos dejarlos actuar. Por ejemplo, debes limpiar tu rostro con el shampoo por al menos un minuto para retirar la mayoría de la suciedad acumulada en tus poros, esperar a que tu suero se absorba en tu piel antes de el siguiente paso, etc.
Aplicas tus productos de forma incorrecta
Este punto es muy sencillo, pero muy común, los productos del cuidado facial se deben aplicar de abajo hacia arriba; es decir de cuello a frente con una aplicación suave a pequeños toques, esto permitirá que todo el producto que apliques se absorba perfecto en tu piel. Por otro lado, cuando te aplicas el maquillaje, debes hacerlo con un movimiento hacia abajo para que permanezca en la piel y no obstruya los poros.
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