Niños Asesinos es un largometraje mexicano con un crudo, pero real mensaje sobre la falta de amor en la generación que más lo necesita, siendo Ricardo Tavera la cabeza de una producción que invita a la reflexión y conciencia social. Se trata de una película para la cual conviene desmenuzar un poco su intención antes de catalogarle de cierta manera, me explico a continuación.

En principio podría pensarse que se asemeja a un episodio (muy elaborado) de esos programas de televisión mexicana inspirados en casos reales o de milagros por parte de diversos santos, pero más allá de esa primera impresión, las historias -no hiladas entre sí- comienzan a adquirir peso conforme se descubren los contextos sociofamiliares de sus protagonistas y la falta de algo tan preciado en ellos como un común denominador de su ingreso al mundo criminal.

No ocurre como por arte de magia, pero una vez que le das la oportunidad, la película comienza a exhibir algunos dejos de esa realidad que muchos ignoramos y que en cierta manera nos hacen sentir culpables, sea de aquellas personas de quienes nos burlamos, de prejuicios o hasta de comentarios «inocentes» que usualmente no medimos cuando convivimos con los demás; el punto es, que Tavera apuesta por una dirección arriesgada en la que se aborda un tema impactante y actual como la violencia que pueden generar algunas canciones, vodeojuegos o la información a la que los menores tienen acceso, con gran potencial dentro de un mercado muy competido, pero el poder educativo y generador de conciencia de la cinta se convierte en un excelente aliado para comprender más a fondo el porqué de un proyecto de esta naturaleza.

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En cerca de dos horas, el repaso de cuatro expedientes (casos reales) de niños que por diversas circunstancias terminan convirtiéndose en criminales te llevan de la mano de un mundo lleno de burocracia, mostrando una sociedad monstruosa y despiadada, revelando el lado más íntimo, más inocente e ilusionado, fracturado en el momento más preciso para convertirse en lo que tanto los orillaron, pero mantiene viva la pregunta ¿porqué las personas se convierten en seres despreciables?  sobre todo en una época en la que el cariño se mal entiende y la empatía escacea.

«Desperté con tantas ganas de gritar, desperté con tanta rabia y matar ¿Que hago aquí? » se puede escuchar en el tema musical de la película,

Niños Asesinos no es película policíaca ni el riguroso cuento de hadas, pero tampoco es un híbrido entre ambos, sino un recurso que a pesar de su crudeza puede impactar de manera positiva en la sociedad, y principalmente en los jóvenes si es vista a conciencia y no con morbo; no es un producto de entretenimiento, pero son historias que conviene mirar como una señal de alerta.

Algunos rostros familiares se cuelan en la película, como Alpha Acosta, Lucero Lander o Germán Gutiérrez, destacan las actuaciones infantiles y juveniles de Adrián Escalona, Uriel Reymund, e Israél Jiménez por mencionar algunos, debido al lenguaje maduro y explícito, así como a lo que entrar en papeles de esta naturaleza representa para ellos.

Ahora, digamos que personalmente tengo sentimientos encontrados para calificar esta película; por una parte, la sensación de estar viendo una telenovela es tangible, aunque el lenguaje y personajes te recuerdan que no es así, y es que el largometraje está conformado por tomas en medios planos y locaciones cerradas lo que llega a crear mayor tensión; mientras que por otra parte, creo que el valor social y el mensaje de fondo sí es digno de reconocer en este esfuerzo audiovisual para poner las miradas sobre un problema cada vez más común, como lo es la falta de amor, guía familiar y el respeto.   El cometido de Niños Asesinos es claro y cumplido, ir más allá de ofrecer un producto de entretenimiento y en su lugar, ofrecer una opción para abrir el debate y generar conciencia, así que es más el valor positivo que yo otorgaría a esta película, también escrita por Ricardo Tavera y Armando Tavera,  como dato: el proyecto estaba pensado para ser serie televisiva.

Más que una «peli comercial», esta obra es ideal para fortalecer esfuerzos colectivos en favor de la infancia, aunque esto no la destine a mantenerse como un recurso de consulta propio de autoridades educativas y de combate a la delincuencia, también puede ser buena idea para verla en familia.

Niños Asesinos ya está disponible en Cinépolis Klic.

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