A muchas personas les gusta la regalar huevos de chocolate en pascua o realizar la búsqueda de huevos en un parque, pero:
¿Alguna vez te has preguntado por que hacemos esto?
Para muchas civilizaciones, el huevo representaba fertilidad y vida por lo que cada vez que pasaban por una dura época, estos intercambiaban huevos decorados para recordar la llegada de fertilidad, vida y nacimiento; como la calma después de la tempestad.
Con el auge del cristianismo, el huevo no pudo tener una mejor época para ser interpretado como el huevo de la resurrección; ya que la iglesia había prohibido comer huevos durante la cuaresma. Por lo tanto, las personas en ese entonces, los decoraban y los guardaban para consumirlos cuando llegara la pascua de resurrección y como era de esperar, aquella tradición fue introducida a América.
Hablando del conejo hay una breve historia que cuenta lo siguiente:
Un conejo se quedó en el sepulcro de Jesús, y observó como había gente que lloraba por su muerte, esto afectó al conejito quien también se entristeció. El conejo se mantuvo cerca del cuerpo de Jesús y entendió que la persona que estaba allí debía ser muy importante y querida por las personas (no por nada estaban llorando). Con el pasar de los días el conejo fue testigo de la resurrección y al no poder hablar para comunicar la noticia, repartió huevos decorados.
En cuanto a los huevos de chocolate es fácil deducir que algún empresario visionario se quiso aprovechar de esto y explotarlo comercialmente dando origen a la venta de estos famosos y deliciosos chocolates que tanto se venden en estas fechas
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