¿No te ha pasado que te has tenido que ir “volando” de la reunión en la que estás porque tu vejiga está a punto de estallar? A cualquiera le ha pasado, pero también hay unas curiosidades más detrás de esta sensación de huir rápidamente al baño y es que el cuerpo se vuelve más vulnerable cuando está cerca de un baño.
¿No me crees? Presta atención la próxima vez que tengas que ir al baño, es parecido al efecto de cuando tienes la necesidad de ir a vaciar la vejiga y se vuelve un tormento cuando comienzas a escuchar sonidos de agua.
¿Los recuerdas?
Pues, esto no es más que condicional y se puede controlar…
¿Quieres saber unos cuantos trucos? Pues empecemos con este nuevo blog de curiosidades, donde te garantizamos que aprendas algo nuevo cada vez que vengas a Lo Mixto.
La simple mirada de un objeto, puede impulsar a nuestro cerebro de acatar una necesidad urgente que debe ser atendida de inmediato, todo esto inconscientemente. Según Ginnie, psicoterapeuta. Desde temprana edad nos enseñan a asociar el baño con orinar. Entonces, cuando más nos acercamos a uno, esa programación que nos instalaron en lo más recóndito de nuestra mente, activa el pensamiento y el cuerpo actúa fisiológicamente haciendo lo que hace por naturaleza.
Este efecto es similar a uno que hemos hablado en nuestro blog de LoMixto, que trataba sobre el efecto “Doorway” el cual consistía en cruzar una puerta y la persona que lo hacía tendía a olvidar por completo la razón por la cual se dirigía a dicha habitación.
Solo que en el caso del “Baño” este tiene el nombre de “Incontinencia Latchkey” y esta es un efecto invertido, pues se trata de que cuando estás más cerca de la puerta del baño el propósito por el cual vas a ese lugar se intensifica de una manera considerable.
Pero, como todo tipo de problema, tiene solución y puede ser controlada. (Que dices, me estás diciendo que puedo controlar las veces que voy al baño…)
No en su totalidad, pero puedes condicionar a tu cerebro a que solo reciba la señales verídicas de cuando tu cuerpo en verdad necesita ir al baño.
Es como condicionar a un perrito, solo que… en este caso somos nosotros. (Sin ofender, a todos) Las técnicas de distracción son muy eficaces y estas no ayudan a ignorar a nuestra molesta vejiga cuando solo quiere ir al baño por capricho; actividades como hacer la cena o encender el televisor, puede ayudarte a controlar las ganas de ir al baño incondicional.
Debido a que la vejiga tarda alrededor de tres horas en llenarse, también es recomendable vaciar antes de salir de casa, así también podemos evitar recibir señales falsas mientras se viaja o se va a un lugar de suma importancia y tienes el tiempo contado.
(Sí, me refiero a las personas que apenas cierran la puerta de su casa, están por dirigirse al vehículo y tienen ganas de ir al baño) Como se mencionó anteriormente, esto es algo que requiere condicionamiento y practica para poder llevarlo a cabo.
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