By Conóce tus emociones y sé feliz
Viviana Blas
A medida que la vida avanza, vivimos experiencias tanto buenas como malas, que van dejando su huella en nuestro ser. Algunas de ellas dejan una marca mayor que otras, y algunas otras veces sabemos como controlar la situación y otras veces simplemente nos dejamos llevar por el instinto. Esas emociones muchas veces no expresadas en su momento, quedan acumuladas en su interior y nos impiden ser felices.
¿Cuántos de nosotros no nos sentimos identificados con las palabras de arriba? Honestamente yo sí, me considero una persona la cuál se deja llevar por sus emociones, y en ocasiones que se deja controlar por ellas, ¡Vaya dilema! Porque, el ser una persona cuerda y con un poder de razocinio en un momento, para que en el siguiente minuto ¡Estar controlada por lo más primitivo de mi ser, mis emociones! Y no tener esa inteligencia para poder sobrellevarlas y/o controlarlas. Es un tema del día a día.
Muchas personas, y me atrevo a decir que la mayoría, sufren de ese mal del «no poder expresar sus emociones en el tiempo correcto» Tal vez por que piensan que no es el momento, o que lo creen innecesario y mejor deciden guardárselas para ellos mismos y no expresarlas. Pero a cuántos de nosotros nos ha pasado que llega un punto de vida en dónde nuestra tolerancia es puesta a prueba y justo en ese momento, en el peor lugar, o con la persona equivocada, ¡Decidimos explotar! Porque todo lo acumulado ya no cabe y lo tenemos que sacar, y es ahí en dónde empieza una verdadera pelea interior en no ser capaces de controlarnos.
Es por eso que Viviana Blas, psicóloga y escritora de libros de superación personal, ha decidido compartirnos su experiencia a través de las páginas de su libro «Conóce tus emociones y sé feliz» el cuál ha sido muy satisfactorio para la autora ya que la razón de esta publicación, fue el poder instruir a los lectores a que ellos sean dueños de sus emociones y no sus emociones dueñas de ellos;
«Las emociones surgen de manera automática como respuesta a un suceso determinado y muchas veces nos cuesta procesarlas y controlarlas. Para poder hacerlo, necesitamos tomar conciencia de lo que estamos sintiendo, así podremos regular su intensidad y decidir cómo las expresamos».
Y es justamente la problemática que Viviana percibió en su entorno y puso manos a la obra para poder poner su granito de arena. Pudo darse cuenta que la sociedad está muy avanzada en tecnología, innovación, emprendurismo; pero cuando se trata de el control personal de emociones y/o sentimientos, no estamos muy avanzados como se supondría. Ya que puede percibirse en que la mayoría de las personas están más enfocadas y se concentran en las emociones negativas que en las positivas, pero ¿Por qué nos enfocamos en los hechos negativos? Viviana lo explica de una manera en la que «Los hechos negativos se imprimen en nuestra mente con una gran intensidad. Además, hay una tendencia social a fijarnos más en lo negativo de las personas y los sucesos, ya sea criticando a los otros por cómo son, o quejándonos de lo que nos sucede en nuestra vida cotidiana. Tener constantemente un discurso negativo, acrecienta aún más la negatividad, en vez de revertirla».
Y bueno, gracias a está explicación podemos darnos cuentas que vivímos rodeados de personas amargadas, ok no! Es demasiado extremista decir eso, pero el hecho de concentrarnos más en lo malo que en lo bueno, pues… Es por eso que es importante el poder identificar cada emoción para poder canalizarla y sobrellevarla de una manera más armónica y que de esta manera no seamos controlados por ellas.
Realmente, creo que es un libro el cuál puede ser de gran ayuda en momentos de crisis o simplemente si quieres llegar a conocer un poquito más a fondo el mundo tan profundo de las emociones. Sin embargo, y dejándo de lado todo esto, Viviana expresa un consejo para ayudarnos a ser más felices:
Estar en contacto con nuestras emociones, tanto negativas como positivas. Las negativas, para poder escuchar el mensaje que nos transmiten y realizar el proceso necesario para superarlas; las positivas, para poder utilizar nuestras capacidades y disfrutar de los buenos momentos de nuestra vida.
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