Por: Ricardo G.G.

La película La Dictadura Perfecta, de Luis Estrada y protagonizada por Damián Alcázar y Alfonso Herrera se estrenó este fin de semana y aunque aún queda un trecho considerable entre lo recaudado en taquilla durante la semana de estreno de una de las películas mexicanas más populares de los últimos años, como fue No Se Aceptan Devoluciones, su público es diferente y demostró que lo perfecto no sólo está en su título.

La historia político-publicitaria de una serie de asignaciones políticas y mediáticas retrata, pareciera, una fantasía social que no está lejos de la realidad, y por esto es que esta cinta es perfecta para los jóvenes seguidores o no de la escena sociopolítica de este y cualquier país donde la espectacularización de los protagonistas del gobierno se convierte en la comidilla delante y detrás de las cámaras.

Se estima que La Dictadura Perfecta ha recaudado cerca 56 millones de pesos durante su primer fin de semana en cartelera, sin embargo, los competidores no atentan contra la industria mexicana debido a que también son producciones nacionales o en coproducción mexicana, tales como Cantinflas y El Libro de la Vida, películas de amplia expectativa a nivel internacional.

Con esto, y con su asombroso parecido a una realidad de una democracia espectacularizada en México es que esta producción cinematográfica alude a su título y la vuelve perfecta para comprender como funciona parte de la maquinaria mediática y política en nuestro país, donde cualquier parecido de La Dictadura Perfecta con la realidad, es mera coincidencia.