La historia que nos cuenta Kay en Copygirl no inicia realmente con un “déjenme les cuento” o “todo empezó cuando”, en esta historia parece que nosotros llegamos a la mitad de la plática en una noche de chicas y Kay (la protagonista, por si aún no te quedaba claro) nos está tratando de poner al tanto de todo lo que ha contado mientras todavía no llegabas, así que desde el principio no vas a poder soltar el libro.
Kay trabaja en una empresa de publicidad en Nueva York como Copy al igual que Ben (su mejor amigo, mano derecha en el trabajo y su crush). Para ella no hay nada más importante que su trabajo (bastante ocupado) al estar pensando en nuevos y mejores esloganes para distintas marcas y tratando de convertirse en una de las mejores copys a pesar de estar en la empresa más difícil no solo por ser la más joven, sino por las burlas y la presión con la que tiene que lidiar día con día y para colmo espera conseguir que Ben empiece a mirarla con ojos de amor (¿no te suena familiar?).
Kay es una chica que no sigue los estándares que todos en su mundo parecen seguir y tiene mucha personalidad aunque ni siquiera ella se lo crea. Vive en un mundo que está cegado por la moda, por lo popular y las tendencias que crean los anuncios publicitarios en las calles de Nueva York, la televisión y las redes sociales. Kay es como es, tiene un estilo propio, no cambia su forma de vestir a pesar de ver a los demás con un estereotipo y no se deja llevar por el “rebaño”, lucha por no convertirse en una copygirl.
La editorial Umbriel de la mano de Anna Mitchael y Michelle Sassa nos traen una novela muy entretenida, con una historia original y que nos adentran al mundo de la publicidad (porque ambas autoras pasaron por esto). De una forma muy divertida nos muestran situaciones MUY reales sobre lo que popular y las ganas de seguir a los demás para no quedarse atrás al mismo tiempo que nos ayudan a reflexionar para que seamos originales y no nos dejemos llevar por lo que opina la gente.
¡Así que no sigan al rebaño y lean Copygirl!
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